miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sobre mi faro mediterraneo

Hola.
Los faros, en costas o islas, son algo misterioso, mágico. Comos las historias de barcos e innumerables leyendas marinas. Pero, con el mar tan lejos de aqui, pensé en una luz que tal vez nos diera coordenadas, o  una señal, un guiño a quienes derivamos por las pampas sin embarcación alguna. En eso pensé tal vez, tiempo atrás, cuando a un programa de radio en FM Libre de Río Cuarto le dí ese nombre: El Faro. Era a la entrada del nuevo milenio. Algo después (2004) nacía la revista Libre Opinión, que vivió 3 años y me permitió ser capitán de un barco de mi propio astillero. Navegué como pude, pero navegué.       
Después de una larga pausa, vuelvo a la palabra escrita. Una forma de expresión cuya riqueza y profundidad es distinta a la que encuentro cotidianamente en el micrófono, como periodista o locutor, desde hace unos cuantos años. La idea de este blog es permitirme el tiempo y la concentración necesarias para hablar desde el teclado con un gesto más reflexivo y la documentalidad de la opinión. Para revisar con menor urgencia y mayor rigor lo que se puede decir. Para iluminar mi comarca de ideas y el paisaje de mis pensamientos. Para evocar mi pubertad escritora y dejarme seducir por el ejercicio de la redacción, elegiendo palabras que den precisión a los conceptos y animarme a dejar a la vista mis dudas, prejuicios, contradicciones y todo rasgo imperfectamente humano. Para verme mientras veo, para desandar algunas huellas y atreverme por atajos desconocidos. Los invito a jugar el juego de navegar sin rumbo determinado...a un viaje con más sorpresas que planes. La vida es otra cosa, acaso?

No hay comentarios:

Publicar un comentario